El jamón es uno de los alimentos más comunes para los mexicanos, se consume en el desayuno acompañando a unos huevos, sólo durante la merienda o en las clásicas tortas, esto sólo por citas algunas de las maneras en las que lo comemos. Esta considerado como un embutido o  alimento procesado como lo son también las salchichas, una de sus características es que son elaborados con “pasta de carne” y sometidos a un proceso de salmuera para que adquieran su sabor tan característico. 

Esto los hace alimentos con los que debemos tener cuidado, pues el consumo en exceso puede causar daños a la salud. Para elegir sabiamente al momento de hacer las compras la Revista del Consumidor publicó un estudio actualizado de las calidades de jamón que podemos encontrar en los supermercados mexicanos.

En este análisis se revisó que las marcas de jamón cumplan con la Norma Oficial Mexicana  NOM-158-SCFI-2003, Jamón-Denominación y clasificación comercial, especificaciones fisicoquímicas, microbiológicas, organolépticas, información comercial y métodos de prueba, la cual establece como requisito para la denominación genérica de jamón que este producto debe elaborarse a partir de las especies Sus scrofa domesticus (cerdo doméstico) y la Meleagris gallopavo (pavo) siempre y cuando se trate de ejemplares considerados aptos para consumo por parte de las autoridades sanitarias.

Tomando esto en consideración se establece la clasificación comercial de acuerdo con las especificaciones técnicas del jamón que se dividen en las categorías: extrafino, fino, preferente, comercial y económico. El estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) es una guía útil para saber cómo elegir mejor los alimentos que consumimos.

5 marcas de jamón reprobadas por Profeco, mienten al consumidor

Algunas marcas de jamón que se comercializan en el mercado mexicano incumplen el porcentaje de carne que anuncian, unas contienen menos producto y otras omiten información o se están fuera de las normas. Hay que tener en cuenta los ingredientes que contiene cada jamón ya sea de pierna o pavo, pues podrían tener algunos considerados como alérgenos o más sodio del que indican en su etiqueta.

El Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor de la Profeco sometió a análisis 40 marcas de jamones de bajo costo, que se clasifican como preferente, comercial y económico, así como algunos productos denominados embutidos. Es importante mencionar que no se encontraron jamones clasificados como preferente en la adquisición de productos.

El mexicano contiene una cantidad mayor de nitritos de los que establece el Acuerdo.


Bafar jamón de pavo, indica más proteína de la que realmente tiene
Fud  jamón de pierna horneado, declara contener más proteína de la que tiene en verdad
Bafar jamón americano contienen  más grasa de la indicada en la etiqueta
Nutri Deli, tiene más sodio del que indica su paquete
Zwan cerdo y pavo, declara menos sodio del que contiene.

Estas marcas de jamón fueron reprobadas por la Profeco, pues mienten y no cumplen con lo que indican sus etiquetas. No se recomienda su consumo.


Jamones reprobados por Profeco. Foto: Revista del Consumidor


Jamón: ¿por qué se pone baboso, hace daño comerlo así?

Una de las dudas más frecuentes en internet sobre el jamón, es ¿por qué se pone baboso o viscoso a pesar de estar refrigerado? La razón principal es que el jamón regularmente viene en rebanadas finas, y regularmente no viene empaquetado al vacío, pues los mexicanos acostumbramos comprarlo a granel, es decir por la cantidad que deseamos en el momento en que realizamos el supermercado. 

De modo que al no estar empaquetado al vacío es el ambiente idóneo para la formación de patógenos que alteran su apariencia física y es cuando le aparece esa nata blancuzca en la superficie y se genera un cambio en su olor que se vuelve más amargo y desde luego cambia su sabor debido a la presencia de bacterias en su superficie. 

¿Cuáles son las principales diferencias entre el jamón y los embutidos cárnicos?

El jamón debe cumplir con lo establecido en la NOM-158-SCFI-2003, por lo que debe elaborarse con pierna de cerdo, muslo de pavo o su combinación, además de cumplir con niveles mínimos de proteína. Los embutidos cárnicos, al no tener reglas tan específicas, pueden contener carne, mezclas de carne, pastas cárnicas, almidón o soya. Por ello, suelen contener menos proteína y ser menos nutritivos.


Conoce las características del jamón económico. Foto: Revista del Consumidor


¿Qué riesgos para la salud puede implicar el consumo frecuente de embutidos cárnicos?

Consumirlos en exceso se ha relacionado con presión alta y enfermedades cardiovasculares, ya que pueden tener alto contenido de sodio, grasas y aditivos como nitritos. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer recomienda no consumir más de 50 gramos diarios de carne procesada, que incluye los embutidos cárnicos.

¿Cómo identificar si un producto es un embutido cárnico y no un jamón?

A veces, los embutidos cárnicos se ven demasiado lisos, brillosos o con apariencia de masa prensada; en cambio, el jamón suele tener un tono uniforme y una textura firme y fibrosa. Revisa que en el empaque diga “jamón” y no “producto cárnico”, “cocido de cerdo” o “embutido”.

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