Todos los días escuchamos noticias sobre el tipo de cambio; hay tranquilidad cuando el dólar baja de precio y surge la preocupación si la divisa estadounidense se vuelve más cara. El tipo de cambio nos dice cuántas pesos se necesitan para adquirir un dólar estadounidense; ese valor tiene implicaciones importantes en la economía de ambos países, sin embargo, seguro te preguntarás: ¿cómo me afecta el tipo de cambio si no compro ni vendo dólares? Aquí te explicamos.
Partamos de un ejemplo: si ayer en la mañana 1 dólar costaba 20 pesos, y hoy en la mañana costaba 21 pesos, la observación más evidente es que el dólar subió de precio, se volvió más caro, pero una lectura adicional nos dice que el peso perdió valor frente a la moneda del vecino país, lo que implica que de seguir subiendo el tipo de cambio en favor del dólar, vas a necesitar más pesos para comprar uno o más dólares. Puedes pensar que esta variación de 1 peso es mínima; incluso habrás escuchado o leído que entre un día y otro, el tipo de cambio varía en centavos.
Siguiendo con nuestro ejemplo, si se compran o venden pocos dólares, la diferencia no parece muy elevada entre ayer y hoy, pero si tomas en cuenta que varias operaciones como el comercio de petróleo se realizan en dólares, entonces la diferencia es significativa. México produce aproximadamente 1.6 millones de barriles de petróleo al día; a un precio de 60 dólares por barril, el valor de todos esos barriles sería 96 millones de dólares, a un tipo de cambio de 20 pesos por dólar México habría recibido 1,920 millones de pesos, y a 21 pesos poro dólar habría recibido 2,016 millones de pesos.Noticias Relacionadas
Ese ejemplo ilustra cómo actúa en beneficio el tipo de cambio, pero ahora pensemos en los productos que México importa de otros países, como los circuitos integrados para equipos tecnológicos. No es lo mismo pagar 100 millones de dólares por esos circuitos a un tipo de cambio de 20 pesos (2,000 millones de pesos), que aun tipo de cambio que cotiza en 21 pesos por dólar (2,100 millones de pesos).
Hay tranquilidad cuando el dólar baja de precio y surge la preocupación si la divisa estadounidense se vuelve más cara. Foto: Cuartooscuro.
Los consumidores finales absorben el extra cuando el dólar sube de precio
Es justo ese último ejemplo el que comienza a mostrarnos cómo la variación en el tipo de cambio nos afecta aunque no compremos ni vendamos dólares, porque cuando el dólar sube de precio, esos pesos extra que se pagan por las materias primas que se adquieren para elaborar productos o que se destinan a la compra de productos terminados, al final se trasladan a nosotros, los consumidores finales.
Uno de los efectos negativos asociados a este comportamiento es la inflación. Ya que los precios de los productos importados suben si el tipo de cambio también lo hace, su precio para el consumidor final sigue el mismo patrón, erosionando su capacidad adquisitiva.
Un efecto más palpable de las variaciones del tipo de cambio en lo cotidiano se puede percibir en el comercio electrónico. Si adquieres productos de otro países a través de plataformas como Amazon, Shein o eBay, o si haces reservaciones de vuelos o alojamiento en destinos fuera de México, notarás diferencias en los precios entre un día y otro, ya que estos se determinan en dólares, y si hoy el dólar es más caro que ayer, también los productos o servicios que adquieras serán más caros.
Los pesos extra que se pagan por las materias primas cuando el dólar es más caro, al final se trasladan al consumidor. Foto: Cuartoscuro.
En las remesas el impacto es a la inversa
Un dólar más caro también afecta a las remesas, pero aquí juega a la inversa, ya que si el peso se aprecia frente al dólar, recibirás menos pesos pro las remesas que te envían. A un tipo de cambio de 20 pesos por dólar, si recibes 100 dólares de remesas, cobrarás 2,000 pesos, pero si el dólar amaneció débil el día que vas a cobrar tus remesas y el tipo de cambio es de 19 pesos por dólar, recibirás 1,900 pesos.