Carlos Valero, expresidente y presidente alterno de la junta de acción comunal de la vereda Aguabonita. Su hermano, Jesús Valero. Maribel Silva, predicadora de la iglesia evangélica Alianza de Colombia. Isaíd Gómez y Maryuri Hernández, campesinos. Óscar Hernández, expresidente suplente de la junta de acción comunal. James Caicedo, líder social y dueño de tienda del caserío. Nixon Peñaloza, actual presidente de la junta.Ellos son los ocho habitantes de la zona rural del municipio de Calamar, Guaviare, cuyos cadáveres fueron encontrados esta semana, después de casi tres meses de haber desaparecido tras una cita obligada con las disidencias de alias Iván Mordisco. Este es el criminal más buscado de Colombia y, a pesar de todas las operaciones en su contra, sigue mandando en esa olvidada región del suroriente del territorio.Alcalde de Calamar se refirió a la grave situación en el municipio. Foto:SuministradaTodos ellos habían llegado desde Arauca después de la pandemia, en busca de mejores oportunidades y, en pocos años, se convirtieron en pilares de una vereda de apenas treinta viviendas gracias a su fervor religioso. Haber vivido en ese departamento, que por décadas ha sido pasto de la violencia de la guerrilla del Eln, decidió su suerte: las disidencias de ‘Mordisco’, ya en guerra con las de alias Calarcá y temerosas de una incursión de los ‘elenos’, los asesinaron a sangre fría, apenas unos días después de su secuestro a comienzos de abril. Los acusaron de ser una avanzada de otro grupo criminal que les pudiera disputar su control sobre la coca y la minería ilegal del oro y del coltán.Este martes, tras la recuperación de los cuerpos en una fosa común en el sector de Pueblo Seco, la Fiscalía y el Ejército confirmaron el peor de los temores de sus familias: los restos correspondían a los secuestrados por delincuentes del frente ‘Armando Ríos’. “Los señalaban de tener nexos con el Eln. Pero nada más alejado de la realidad”, sostuvo el fiscal delegado Raúl González en diálogo con este diario.Su equipo fue el que viajó junto con el Ejército hasta Pueblo Seco luego de haber identificado a las víctimas en fotos que tenía un disidente capturado en mayo. En su celular había imágenes de las ocho personas con vida. En la misma carpeta se encontraron otras fotos de ellos amarrados en la que habría de ser la escena del crimen.Estas son las víctimas halladas en la fosa común en Guaviare, asesinadas por disidencias Farc. Foto:Suministrada“Los mataron con arma corta por la espalda y, según las imágenes, el detenido estuvo ahí”, dijo el fiscal. El grupo de ‘Mordisco’ en Calamar está encabezado por un sujeto conocido como ‘Arbey’ o ‘el Indio’, cuyo verdadero nombre es William Suárez Cruz. A él lo señalan de ser quien dio la orden del secuestro y posterior asesinato a sangre fría. Una fuente enterada de lo que pasa en la región señaló que desde abril se tenía certeza de que los ocho habían sido asesinados: “Los mataron porque ellos (los disidentes) andan así, en alerta con cualquier persona que se mueva o que llegue de otros lugares”.El crimen de los miembros de la congregación, que sacude al país, es apenas un reflejo de lo que sucede en Guaviare desde hace años, pero que se intensificó en la vigencia de la ‘paz total’: el imperio de los grupos criminales que controlan vidas y rentas en uno de los departamentos más pobres.En lo que va del año, allí han sido asesinadas 44 personas, la mayor parte de ellas a manos de las disidencias. En 2024 fueron 18 en este mismo periodo. LEA TAMBIÉN Además, a mediados de junio más de 30.000 personas estuvieron confinadas debido a la guerra por la coca (unas 7.000 hectáreas, pero con rutas francas hacia Brasil y Venezuela) entre disidentes. La zozobra de la violencia y, de contera, la emergencia invernal tienen al departamento con todas las alarmas encendidas.Alerta de la DefensoríaLa crisis humanitaria que se vive en Guaviare, como la que a comienzos del año golpeó al Catatumbo, estaba advertida. La Defensoría del Pueblo ya había emitido una alerta temprana sobre ese departamento por la pelea entre las bandas de ‘Mordisco’ y ‘Calarcá’.La defensora Iris Marín Ortiz señaló que, “por solicitud de las autoridades locales, la Defensoría ha hecho un llamado a los grupos armados que hacen presencia en la zona para que permitan medidas humanitarias que den un alivio a la población civil del departamento. Esperamos que su respuesta sea positiva”. La funcionaria ha activado canales de coordinación con la Fiscalía y otras autoridades para exigir acciones urgentes.’Que nos dejen fuera de la guerra’: clamor de la Iglesia en Guaviare tras hallazgo de fosa común. Foto:Archivo Particular“El departamento está afectado por los recientes confinamientos, restricciones a la movilidad y el paro armado de hace unos días. De otra parte, afectado por las inundaciones. La Unidad para las Víctimas y la UNGRD han anunciado el ingreso de alimentos, bienes y servicios básicos pero, en general, hasta el momento no se han presentado”, afirmó.En Calamar se decretaron tres días de duelo. Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó el nuevo crimen. “Instamos al Gobierno y a las autoridades a tomar todas las medidas posibles para prevenir vulneraciones de derechos humanos y proteger a la población, en particular a líderes y defensores”, señalaron en un comunicado.En lo corrido del año, en el Guaviare ya van 44 capturas de presuntos disidentes. El 27 de abril, integrantes de esas estructuras emboscaron una patrulla del Ejército en la reserva natural de Guanapalo, en la que asesinaron a siete militares y secuestraron a otros cinco, que posteriormente liberaron. ‘Calarcá’ reconoció que fueron sus hombres y dijo que fue por equivocación, pues pensaron que estaban frente a hombres de ‘Mordisco’.Familiares de los restos hallados en fosa común de Guaviare. Foto:Fiscalía General de la NaciónParalelo a estos enfrentamientos, se han producido graves amenazas a la población. La última fue el paro armado impuesto por ‘Iván Mordisco’. Calamar, a orillas del poderoso río Guaviare, es paso estratégico hacia Miraflores y hacia el departamento de Vaupés. Las disidencias imponen toques de queda, cobran impuestos, reclutan a menores y expulsan familias enteras.El gobernador del Guaviare, Yeison Rojas, aseguró en su momento que más de 30.000 personas quedaron confinadas a raíz de esta restricción impuesta por esa disidencia. “El sector lechero está dejando de recoger cerca de 170.000 litros del alimento al día, lo que representa un golpe durísimo para los pequeños y medianos productores”, aseveró.

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