Una MacBook desaparecida en Brasil, un iPad reciclado y un disco duro extraviado se convirtieron en piezas clave de una decisión judicial en Alabama que podría definir el curso de una disputa legal entre la multinacional Drummond y el abogado Terry Collingsworth, conocido por representar a víctimas del conflicto colombiano en sus demandas de reparación.EL TIEMPO tuvo acceso a la decisión del 20 de mayo de este año del juez David Proctor, del Tribunal del Distrito Norte de Alabama, quien reveló las pruebas contra el abogado Terry Collingsworth y la firma Conrad & Scherer en el marco de dos demandas presentadas por la empresa Drummond.El abogado Terry Collingsworth, quien ha representado a víctimas de las AUC en demandas contra la multinacional Chiquita Brands por financiar el paramilitarismo en Colombia, enfrenta acusaciones de supuestamente pagar a exparamilitares como testigos, lo que ha generado investigaciones en EE. UU. por posible soborno y falso testimonio. Collingsworth niega los señalamientos y sostiene que los pagos fueron para garantizar la seguridad de los testigos.Terry Collingsworth, abogado que representa a víctimas de Chiquita Brands. Foto:Archivo El Tiempo y X de @tpcollingsworthEl documento del juez Proctor se dictó dentro de los procesos por difamación y por presunta violación de la Ley contra Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado, en los que Drummond es la demandante al sostener que fue acusada injustamente de financiación al paramilitarismo en Colombia, mediante una campaña jurídica basada en presuntos testimonios manipulados y pagos a testigos.El juez enumeró los dispositivos utilizados por Collingsworth entre 2008 y 2013 para manejar información relacionada con esos litigios en los que representaba a sus víctimas: un computador MacBook, un iPad y un disco duro externo Seagate. Sin embargo, la información almacenada en dichos equipos ahora no aparece.Este diario conoció en la decisión del juez que el MacBook fue regalado por el abogado a una sobrina en Brasil y luego reportado como robado, mientras que el iPad fue desechado en un centro de reciclaje. En el documento se lee que el disco duro desapareció.“El tribunal concluye sin vacilación que Collingsworth actuó deliberadamente con la intención de privar a Drummond no solo de la información contenida en la MacBook (al conservar solo una parte y luego entregar la computadora a su sobrina en Brasil), sino también de cualquier información contenida en el iPad”, se lee en el oficio.La pérdida, según el juez, coincidió con dos solicitudes de entrega de documentos presentadas por Drummond en febrero y abril de 2013. En julio de ese mismo año, el demandado expuso ante el tribunal que ya había entregado toda la información relevante. Sin embargo, el juez estableció que no se revelaron pagos a por lo menos tres testigos: Jaime Blanco y hombres conocidos como “El Tigre” y “Samario”.La mujer tendrá que comparecer ante el Tribunal de Wellsburg. Foto:iStockLos pagosEl 21 de abril de 2014, durante una audiencia de control de pruebas, el juez preguntó si había testigos que hubieran recibido pagos por seguridad. Collingsworth respondió que solo tres personas.“De hecho, cuando hizo estas declaraciones en la audiencia del 21 de abril de 2014, eran descaradamente falsas. Samario, El Tigre y Charris seguían recibiendo pagos mensuales en relación con su testimonio contra Drummond. A medida que continuaba la audiencia, se preguntó directamente a los abogados de los demandados sobre cualquier pago realizado a Jaime Blanco. Con Collingsworth sentado a la mesa de los abogados, estos declararon que ‘no se realizó ningún pago’. Aunque esta afirmación era completamente falsa, Collingsworth no la corrigió”, dice el juez en el documento.Para esa fecha, otros testigos continuaban recibiendo pagos mensuales. También se negó la existencia de entregas a Jaime Blanco, declaración que el tribunal calificó como falsa, en presencia del abogado.El juez concluyó que Drummond logró recopilar evidencia de que, entre 2008 y 2015, los demandados hicieron pagos a siete testigos o a sus familiares. Después de recibir esos pagos, varios de los testigos modificaron sus declaraciones iniciales e implicaron a la empresa en homicidios cometidos en Colombia.Terrence Collingsworth abrazado con Jaime Blanco Maya, testigo clave en el caso contra Drummond. Foto:ExpedienteSin embargo, el juez indicó que “no es cierto que toda la evidencia faltante sea únicamente atribuible a Collingsworth”, pues en un par de ocasiones es “inexplicable” la desaparición de algunas pruebas, por lo que el juez señaló que “no es verdad que toda la supuesta destrucción de pruebas apunte únicamente a Collingsworth”.El documento señala que los demandados mintieron sobre el número de testigos que recibieron pagos y el monto de dichos pagos. Respecto a Collingsworth, el juez afirmó que actuó con la intención de evitar que Drummond tuviera acceso a los archivos del MacBook y del iPad. También indicó que la desaparición del disco duro permite inferir un intento deliberado de ocultar evidencia.“Drummond logró reunir evidencia sustancial que demuestra que, entre 2008 y diciembre de 2015, los Demandados realizaron pagos regulares a siete testigos (ya sea directamente o a sus familias) en los casos presentados contra Drummond”, señaló el juez.Con estas pruebas, el jurado podrá asumir que el contenido perdido era perjudicial para los demandados. “Existe una controversia de hecho sobre si Collingsworth actuaba dentro del alcance de su representación con Conrad & Scherer, cuando supuestamente se deshizo de sus correos electrónicos, su MacBook, su iPad y posiblemente del disco duro externo Seagate”.La decisión no implica un fallo definitivo y el juicio se centrará en determinar si hubo difamación a través de cartas enviadas en 2011 y si se incurrió en violación de la ley mediante el presunto uso de testimonios fraudulentos.Juan Diego Torres LassoDielas@eltiempo.com

lo que decidió un juez de EE. UU. contra abogado Terry Collingsworth por presuntos pagos a testigos
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