Mientras entre 2019 y 2021 se registraron 16.704 casos, la cifra casi se triplicó en el periodo 2022-2024, alcanzando 41.414 denuncias. Solo en 2024 se presentó el número más alto en casi 30 años, con 13.802 reportes. Expertos advierten que la situación podría ser aún más grave, ya que existe un alto subregistro.el coronel Giovanni Montañez, Foto:Gaula.En entrevista con EL TIEEMPO, el coronel Giovanni Montañez, director de los Gaula Militares, hace una radiografía de la extorsión en el país.Coronel, ¿si la extorsión sigue golpeando tan fuerte, realmente han bajado las denuncias en Colombia?Este año tenemos una leve disminución frente a 2024. El año pasado, en este mismo periodo, se registraron unas 7.600 denuncias y hoy estamos en 7.400, lo que representa una reducción del 2 %. En términos prácticos, se mantienen cifras similares, pero eso refleja el trabajo de prevención y confianza que las personas tienen en los Gaula.Hay que recordar que en este delito siempre hay subregistro, porque no todo el mundo denuncia. Por eso insistimos en que lo hagan, porque solo así podemos actuar. El subregistro puede superar fácilmente el 30 %, lo que significa que hay cientos de casos que nunca llegan al radar de la autoridad.La extorsión tiene hoy un rostro más digital y más agresivo. Antes eran llamadas simples; ahora los delincuentes utilizan plataformas de mensajería, perfiles falsos y hasta videos intimidatorios para presionar el pago. Eso obliga a que nuestras estrategias evolucionen permanentemente, porque el delito se adapta a la tecnología y busca nuevas formas de engañar a las víctimas.Otro punto clave es que la reducción en las cifras no significa que el problema esté resuelto. En zonas rurales, por ejemplo, muchos campesinos siguen siendo víctimas de ‘cobros de seguridad’ impuestos por grupos armados, y en la mayoría de esos casos no hay denuncia por miedo a represalias. Ese silencio, en la práctica, fortalece a las estructuras criminales.Por eso nuestra labor no es solo judicializar, sino también educar. En los últimos meses hemos intensificado campañas pedagógicas en colegios, universidades, mercados y empresas para que la gente sepa identificar una llamada extorsiva y se comunique de inmediato con la línea 147. Esa pedagogía es la que nos está permitiendo evitar pagos en miles de casos.Finalmente, hay que entender que cada denuncia es un paso para desarticular una red completa. Una sola llamada puede servir para identificar al delincuente, a la estructura y hasta a los vínculos financieros detrás. Por eso insistimos tanto: denunciar salva vidas, ahorra recursos y nos permite atacar las finanzas de estos grupos criminales.Extorsión desde las cárceles. Foto:EL TIEMPO¿Qué ciudades están hoy bajo mayor asedio de los extorsionistas?Las capitales son las más golpeadas por el tamaño de su población. Bogotá lidera con 1.282 denuncias en lo corrido del año. Luego está Barranquilla con 511, Medellín con 475, Cali con 230 y Soledad con 217.Si se mira Barranquilla y Soledad, junto con Malambo, hablamos de un área metropolitana que concentra buena parte de la problemática. Justamente allí hemos focalizado esfuerzos con un plan choque de la Fiscalía, el refuerzo de fiscales especializados y la creación del Gaula Metropolitano, que ya muestra resultados con varias capturas y procesos en curso.¿Cómo es posible que la mitad de las extorsiones sigan saliendo desde las cárceles del país?Sigue siendo la principal modalidad: alrededor del 50 % de las denuncias corresponden a llamadas desde cárceles o lo que hoy también llamamos extorsión digital. Se identificaron 32 cabecillas que dinamizaban este delito desde prisión —entre ellos alias Negro, Verdino, Palomino y Castor—, y en coordinación con el Inpec y la Fiscalía se hicieron traslados, controles y allanamientos a esos call centers clandestinos.Lo importante es que cuando la gente denuncia, el 80 % logra evitar el pago gracias al acompañamiento de los Gaula. Esa es la mejor prueba de que la denuncia funciona: hay protección, asesoría jurídica y seguimiento para que el ciudadano no caiga en el engaño.¿Qué bandas y grupos armados tienen hoy el control de la extorsión en Colombia?Hay tres grandes frentes. Primero, la delincuencia común, que concentra la mayor cantidad de denuncias (más de 14.000). Segundo, la delincuencia organizada, con 3.792 denuncias, donde destacan el Tren de Aragua en Bogotá, Los Costeños en Barranquilla o grupos como los AK-47 en Cúcuta.Y tercero, los grupos armados organizados, con unas 2.900 denuncias: allí están las disidencias de las Farc, como la estructura Jorge Suárez Briceño al mando de alias Calarcá, la Segunda Marquetalia y el Eln que afectan a gremios enteros —lechero, arrocero, palmicultor, transportador— en departamentos como Meta, Caquetá, Guaviare o Huila.Operativos contra la extorsión. Foto:Policía de Bogotá¿Qué está haciendo el Gaula Militar para golpear a estas estructuras? ¿Alcanza la fuerza que tienen hoy?Se han reforzado capacidades. Pasamos de 1.900 hombres a cerca de 3.000 en todo el país y creamos dos nuevos Gaula Militares: uno en el Magdalena Medio y otro en el oriente colombiano (Vichada y Guainía).Con estas unidades hemos logrado capturas y golpes importantes a cabecillas financieros, como alias Cancharino, que manejaba las finanzas de las disidencias en cinco departamentos. Además, trabajamos de forma articulada con Gaula Policía, Fiscalía y Fuerzas Militares para que la respuesta sea más efectiva y coordinada en todo el territorio nacional.Redacción Justicia

Shares: