Colombia enfrenta un momento crítico en su relación con Estados Unidos: la amenaza de una descertificación en la lucha contra el narcotráfico. Un golpe de ese calibre tendría repercusiones en seguridad, cooperación internacional, comercio y empleo. En medio de la incertidumbre, cuatro alcaldes de las principales ciudades del país decidieron saltar al ruedo y viajar a Washington, pese a la desautorización del presidente Gustavo Petro.Los mandatarios de Medellín (Federico Gutiérrez), Cali (Alejandro Eder), Barranquilla (Alejandro Char) y Cartagena (Dumek Turbay) buscan evitar que el país pierda el respaldo estadounidense. Y lo harán con una agenda de alto nivel: más de 15 reuniones entre congresistas republicanos y demócratas, exembajadores de Estados Unidos en Colombia y funcionarios del Departamento de Estado, del Departamento de Defensa y de la Casa Blanca. El alcalde Carlos Fernando Galán, a través de X, decantó su viaje por compromisos en la ciudad. “Considero importante aclarar que los alcaldes estamos facultados para viajar y adelantar gestiones internacionales en pro de los intereses de nuestras ciudades, como, por ejemplo, atraer inversiones o buscar cooperación en seguridad”.Y añadió que “está claro que los alcaldes no podemos suplantar al Presidente en su función de representar al país, liderar las relaciones internacionales de Colombia ni hablar a nombre del Estado colombiano, pero sí tenemos el deber de representar los intereses de nuestras ciudades. Eso hacemos y seguiremos haciendo”.La apuesta de los alcaldesEl alcalde de Cali, Alejandro Eder, uno de los impulsores de la iniciativa, aseguró que no se trata de “reemplazar al Gobierno nacional” sino de resaltar la importancia de mantener intacta la relación bilateral. “La certificación o descertificación le corresponde al Gobierno nacional. Nosotros vamos en calidad de alcaldes de 32 capitales que representamos más del 50 % de la población y buena parte del PIB del país. Pase lo que pase con la certificación, la relación bilateral debe fortalecerse”, afirmó.El presidente de EE. UU., Donald Trump, preside una reunión con funcionarios en la Casa Blanca. Foto:EFEEder destacó que ciudades como Cali dependen profundamente de ese vínculo: “Más del 30 % de nuestras exportaciones van a Estados Unidos. Aquí operan 250 multinacionales, de las cuales 75 son americanas. Perder el respaldo de Washington sería un golpe para nuestra economía y también para la seguridad, en un momento en que enfrentamos una nueva ola de violencia”.El choque con el presidente PetroEl viaje encendió un nuevo enfrentamiento político en el país. El presidente Gustavo Petro desautorizó públicamente a los alcaldes, señalando que no están autorizados para representar a Colombia en el exterior. Pero las voces locales no dieron marcha atrás.Presidente Gustavo Petro. Foto:PresidenciaEl alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, fue contundente: “No necesitamos permiso del presidente Petro para defender a Colombia en el exterior. Él habla cada vez más como un dictador. Mientras Petro se alía con Maduro, nosotros nos aliamos con un país que ha sido históricamente amigo de Colombia. Nuestro mensaje es claro: seguridad, economía y cooperación internacional”.Gutiérrez advirtió que la descertificación tendría un impacto devastador en la lucha contra el narcotráfico y en la protección de la infancia frente a delitos como la explotación sexual. “Defendemos a Colombia, no al Gobierno. Petro tiene 11 meses más de mandato, pero nosotros debemos trabajar desde las regiones para recuperar al país”, puntualizó.El alcalde Federico Gutiérrez. Foto:Alcaldía de Medellín.El alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, intentó poner paños fríos a la controversia. Negó que la delegación viaje a “hablar mal del país” y aclaró que la agenda está centrada en fortalecer la cooperación internacional, atraer inversión extranjera, impulsar el turismo —el 38 % proviene de EE. UU.— y mejorar la seguridad en las ciudades. “Vamos a trabajar por Cartagena y por Colombia. No se trata de intervenir en decisiones diplomáticas que no nos competen, sino de aprovechar los espacios para exponer la visión de nuestras ciudades”.La agenda en el lobby de WashingtonLos mandatarios sostendrán reuniones con los senadores Tim Kaine, Lindsey Graham, Rubén Gallego y Bernie Moreno; con las representantes María Elvira Salazar y Mario Díaz-Balart; con Gregory Meeks, del Comité de Asuntos Internacionales; y con Víctor Cervino, director sénior de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. También se encontrarán con exembajadores estadounidenses en Colombia, además de funcionarios clave del Departamento de Estado y de Defensa.Alcalde de Cali, Alejandro Eder. Foto:Archivo particularLa misión, que se extenderá del 8 al 10 de septiembre, busca blindar la relación estratégica con Estados Unidos en un momento en que Colombia enfrenta riesgos internos crecientes: escalada del narcotráfico, reaparición de estructuras criminales y deterioro de la confianza inversionista.El costo de una descertificaciónLa descertificación no es un escenario menor. Podría significar recortes en ayuda financiera y cooperación en seguridad, así como un golpe a la imagen internacional de Colombia. Para ciudades como Cali, Medellín, Bogotá, Barranquilla y Cartagena, perder el respaldo de Washington sería sinónimo de menos inversión, menos empleo y un debilitamiento grave en la lucha contra el narcotráfico.Laboratorio de cocaína. Foto:Cortesía“Sería muy grave, no solo para Cali, sino para toda Colombia. Por eso, pase lo que pase con el proceso de certificación, insistimos en fortalecer la relación bilateral”, advirtió Eder.La tensión refleja una fractura en la política exterior del país. Mientras el Gobierno nacional asegura que la representación le corresponde únicamente al Ejecutivo, los alcaldes defienden su legitimidad como voceros de las regiones. Y en medio del rifirrafe, Colombia camina sobre la cuerda floja de una descertificación que podría redefinir su posición en el continente.Redacciones Justicia y Nación – @ELTIEMPO

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