Jonathan David Ustaris Cantillo, conocido en los círculos criminales por su alias La Mona, enfrenta una acusación de gran peso luego de ser detenido en Colombia con fines de extradición a Puerto Rico. El expolicía, que sirvió en diversas funciones durante más de una década, pasó de ser un servidor público a convertirse en pieza clave dentro de una red de narcotráfico internacional y su extradición está en proceso.La trayectoria del uniformadoEl camino de Ustaris comenzó en 2010 cuando se unió a la fuerza policial. Después de un inicio en labores de patrullaje, escaló posiciones y participó en actividades operativas, llegando a formar parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios.Después, por una lesión, pasó a un puesto administrativo el Centro de Atención Distrital (CAD). Fue en ese momento cuando, según las investigaciones, Ustaris empezó a vincularse con los actores del crimen organizado.En este nuevo puesto, donde tenía acceso a información clasificada y operativa de la policía, Ustaris utilizó su conocimiento para ayudar a los narcotraficantes de la banda ‘los Costeños’.Esta organización, encabezada por alias Castor, se benefició de su red de contactos y acceso privilegiado, facilitando el envío de cargamentos de cocaína desde los puertos de la zona Caribe hacia Estados Unidos, Puerto Rico y otras zonas la región.Exoficial, Jonathan David Ustaris Cantillo. Foto:Redes socialesCon su ayuda, los narcotraficantes, al parecer, lograron sortear los controles de seguridad, aprovechando la capacidad de Ustaris para proporcionar detalles sobre las operaciones policiales en los puertos y en las aguas del Caribe.Ustaris, según las investigaciones, también exploró nuevas rutas para el narcotráfico, viajando a Ecuador para buscar alianzas con redes criminales locales.Según informes, facilitaba el traslado de drogas en embarcaciones pequeñas y rápidas, como veleros deportivos, que evadían las inspecciones de las autoridades marítimas. A pesar de su retiro voluntario de la policía en marzo de 2024, su implicación en el crimen no cesó, y las agencias internacionales, incluida la DEA, lo mantenían bajo vigilancia.La decisión fue proferida por la Corte Suprema de Justicia. Foto:CortesíaLea también:La capturaEl 3 de octubre de 2024, el Gobierno de los Estados Unidos solicitó la detención de Jonathan David Ustaris Cantillo con fines de extradición, “toda vez que es requerido por la Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, por delitos relacionados con concierto para delinquir y tráfico de drogas ilícitas”, se lee en la decisión de la Corte Suprema, con ponencia del magistrado Gerardo Barbosa Castillo, que ordenó practicar más pruebas.La Fiscalía, el 7 de octubre de 2024, dispuso la captura con fines de extradición del ciudadano colombiano, la cual se materializó el 10 de enero de 2025 por miembros de la Interpol.Durante 18 meses de investigación, autoridades colombianas y estadounidenses lograron rastrear las actividades de Ustaris, quien se convirtió en un puente vital entre narcotraficantes de Colombia y figuras internacionales del crimen.La operación desmanteló redes de tráfico de cocaína, vinculadas a poderosos narcotraficantes conocidos como los “narcos invisibles”, quienes financian las operaciones desde el extranjero.Posteriormente, la Embajada de los Estados Unidos de América, el 23 de enero de 2025, formalizó la solicitud de extradición y allegó la documentación debidamente traducida y legalizada.Ustaris permanece bajo custodia en una cárcel de Bogotá en espera de su extradición a Puerto Rico, donde enfrentará cargos graves relacionados con el tráfico de drogas y la conspiración para delinquir. Juan Diego TorresDielas@eltiempo.comLea más noticias:

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