Es la estrella global del momento. Uno de los nombres más buscados, escuchados, perseguidos y con las entradas más agotadas del momento. Todo lo que Benito Antonio Martínez Ocasio toca se convierte instantáneamente en oro. Pero esa es un arma de doble filo y él sabe bien de sus peligros. Y precisamente esa conexión con la realidad es también lo que ha hecho de Bad Bunny una estrella sin igual. El cantante puertorriqueño, de 31 años, es uno de los hombres más perseguidos del mundo y tiene una gran residencia de conciertos en su isla natal, que después llevará por medio mundo. Pero no por Estados Unidos continental. Hasta ahora, nunca había aclarado los motivos de esa clamorosa ausencia, pero ahora se ha decidido a confesarlo: es, en buena parte, por las redadas que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense, conocido como ICE por sus siglas en inglés, está llevando a cabo de manera indiscriminada entre la población latina, a la que está deportando sin apenas filtro a miles de personas.Más informaciónEl intérprete lo ha contado durante una entrevista con la revista de moda y tendencias i-D, en una charla publicada este 10 de septiembre. Su residencia puertorriqueña, llamada con toda intención No me quiero ir de aquí, se ha alargado durante tres meses y le ha inyectado a la isla por lo menos 200 millones de dólares, según cálculos de Forbes. Sin embargo, en una decisión muy medida, él ha decidido no expandir esa gira por el continente. Hasta el momento, simplemente había dicho que no era “necesario”. Pero ahora, ha ido un paso más allá. ¿Ha sido por su preocupación sobre los latinos en Estados Unidos, sobre las deportaciones masivas?, le pregunta la entrevistadora. “Honestamente, sí”, responde él. “Ha habido muchas razones por las que no he ido a tocar a Estados Unidos, y ninguna de ellas ha sido por odio, ya que he actuado allí muchas veces”, quiere aclarar el cantante en la charla. “Todos los espectáculos han sido un éxito. Todos han sido magníficos. He disfrutado conectando con los latinos que viven en Estados Unidos. Pero, concretamente, para una residencia aquí en Puerto Rico, cuando somos un territorio no incorporado de Estados Unidos…”, explica, en referencia a su isla. “La gente de Estados Unidos podría venir aquí a ver el espectáculo. Los latinos y puertorriqueños de Estados Unidos también podrían viajar aquí, o a cualquier parte del mundo. Pero estaba el problema de que, joder, el ICE podría estar fuera [del concierto]. Y es algo de lo que hablamos y que nos preocupaba mucho”.Bad Bunny, en el escenario del Coliseo de San Juan de Puerto Rico durante la primera noche de su residencia ‘No Me Quiero Ir De Aquí’, el 11 de julio de 2025.Kevin Mazur (Getty Images)De hecho, decenas de miles de estadounidenses, anónimos y famosos (como LeBron James, Austin Butler y Jon Hamm, entre otros), han acudido a esos conciertos, cargados de referencias a la cultura boricua. Todos ellos han ayudado a la isla a florecer en el turismo, especialmente en un periodo, el final del verano, que normalmente sería temporada baja por la posibilidad de llegada de huracanes. Fin de semana tras fin de semana, desde el pasado 11 de julio y hasta el próximo 14 de septiembre, el Coliseo de San Juan, capital de Puerto Rico, se ha caído con casi 20.000 gargantas coreando los temas de su paisano. Personas que han puesto en órbita el turismo de la isla, de vuelos a hoteles, de restaurantes a coctelerías, que se han llenado imparables de propios y turistas, muchos de ellos, estadounidenses. “He hecho muchos shows aquí en Puerto Rico”, repasa Martínez Ocasio en la entrevista, “y no creo que haya sentido tanta energía nunca antes”, relata un par de días después del fin de semana de arranque de la gira. “El orgullo, el sentido de pertenencia a la tierra natal que une a generaciones”, reconoce. Como territorio no incorporado a Estados Unidos, Puerto Rico tiene un estatus especial en la nación. Sus habitantes son ciudadanos estadounidenses legalmente, con pasaporte, pero no pueden votar al presidente ni están representados en el Congreso, donde apenas tiene un comisionado que no puede votar las decisiones que se toman en él. Quienes sí pueden votar son, curiosamente, los puertorriqueños que residen fuera de la isla, en alguno de los Estados continentales del país. Y son muchos. De hecho, son muchísimos más que los que viven fuera: hay apenas 3,2 millones dentro y más de seis fuera de ella.Por ello, y por ellos, Bad Bunny decidió hacer parte de su gira solo para puertorriqueños residentes, con entradas que solo se podían comprar físicamente en la isla y que pocos consiguieron. Después, la abrió al mundo para que sus canciones llegaran tanto a los miles de la diáspora como a toneladas de turistas. En los próximos meses, llevará su nuevo álbum DeBÍ TiRAR MáS FOToS, por medio centenar de paradas en todo el mundo, para las que ha vendido 2,6 millones de entradas, según la publicación.A partir de noviembre y hasta finales de año, la música del puertorriqueño viajará por la República Dominicana, Costa Rica y México en su gira, que pasará a llamarse DTMF World Tour. Después, arrancará el año en Colombia para seguir por Perú, Chile, Argentina y Brasil, aterrizar en Australia y Japón y llegar en mayo dos noches a Barcelona, dos a Lisboa y nada menos que 10 a Madrid. En junio continuará por Europa: Alemania, Países Bajos, un par de noches en Londres, Marsella y París en Francia, Suecia, Polonia, Italia y acabar a finales de julio en Bruselas, Bélgica. Ni rastro de Estados Unidos en esa larga lista. Y, como ha quedado claro, no ha sido cosa del azar.

Bad Bunny desvela que no dará conciertos en Estados Unidos por miedo a redadas del ICE | Entretenimiento en Estados Unidos
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