Cuando los ronquidos suenan tan alto como una ambulancia: los trucos de los expertos para controlarlos | Salud y bienestar

“Algunos ronquidos alcanzan los 80 decibelios, el mismo volumen que una sirena de ambulancia”, afirma Carlos Egea. El neumólogo y presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño destaca que es muy común que las personas consulten a un especialista por los ronquidos: “El amor tiene un límite, y cuando el ruido impide dormir, la pareja generalmente toma la iniciativa”. En redes sociales, abundan las supuestas soluciones para los ronquidos, que van desde tiras nasales y sprays hasta pegatinas para la boca o dispositivos posturales. EL PAÍS analiza, con la ayuda de expertos, qué trucos realmente ayudan a disminuir los ronquidos y mejorar la calidad del sueño.Antes de examinar las posibles soluciones, es fundamental comprender las causas del ronquido. Su origen, según Egea, está relacionado con la evolución. “Al hacer la transición de primates a humanos, hemos exigido a la naturaleza un cráneo más grande, pero con una cara más pequeña”, afirma. Esto, según el experto, ha condicionado que los dos maxilares se desplacen hacia atrás. Sin embargo, “el espacio para la lengua y otras estructuras orales se ha mantenido, lo que ha reducido el espacio disponible”.A ello se suma que al dormir, los músculos de la garganta se relajan, lo que estrecha las vías respiratorias. Carlos O’Connor Reina, presidente de la comisión de roncopatía y trastornos del sueño de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), explica que cuando el aire pasa por ese espacio reducido, los tejidos vibran y producen el sonido del ronquido. Detrás de los ronquidos puede puede haber múltiples causas: “Congestión nasal, obesidad, consumo de alcohol, tabaquismo, apnea del sueño o una anatomía desfavorable, como amígdalas grandes o un paladar blando”.Más información“Lo importante no es intentar poner solución al ronquido en sí, si no indagar en su causa, puesto que detrás de ello puede existir un problema de salud grave como la enfermedad de apneas obstructivas del sueño (AOS) o algún otro trastorno del sueño”, señala Lucía Gorreto, médica especialista en medicina familiar y comunitaria, y miembro del grupo de trabajo de enfermedades respiratorias y abordaje al tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Los expertos consultados aconsejan buscar atención médica si los ronquidos son muy fuertes y frecuentes, especialmente si se acompañan de pausas en la respiración, cansancio diurno, dolor de cabeza matutino, cambios de humor o dificultad para concentrarse.Para mitigar los ronquidos, los expertos sugieren varias medidas, como la pérdida de peso para reducir el exceso de tejido en la garganta y evitar el alcohol y los sedantes, ya que pueden provocar una relajación excesiva de los músculos de esta zona. No obstante, insisten en que no existen fórmulas mágicas. Estos son algunos de los trucos virales y lo que dice la evidencia científica sobre su eficacia:Tiras nasalesLas tiras nasales son adhesivos que se colocan sobre el puente de la nariz y contienen bandas flexibles que ayudan a abrir las fosas nasales, facilitando la entrada de aire. Según Gorreto, “pueden ser efectivas en personas con ronquidos nasales por alteraciones en la morfología de la nariz”. Sin embargo, en el resto de los casos, no hay evidencia de que mejoren los ronquidos. O’Connor coincide en que pueden ser útiles en casos de ronquido nasal leve y las recomienda cuando hay congestión o estrechez nasal sin una causa estructural grave. No obstante, advierte: “No sirven si el ronquido es de origen bucal o por apnea del sueño”.Sprays antirronquidosExisten sprays que prometen lubricar y tonificar los tejidos de la garganta para reducir las vibraciones que causan los ronquidos. O´Connor asegura que su efectividad es muy limitada y suele ser temporal. “No son peligrosos, pero tampoco abordan la causa del ronquido”, señala el experto, que insiste en que no se consideran una solución médica efectiva.En la misma línea se posiciona Brian Moncada, médico general especialista en sueño del Instituto del Sueño, que advierte que no hay suficiente evidencia científica que respalde su eficacia. Además, Goreto destaca que estos productos pueden contener aceites esenciales, humectantes y agentes antiinflamatorios, por lo que deben usarse con precaución y preferiblemente bajo supervisión médica.Pegatinas para la boca“El uso de cintas adhesivas para mantener la boca cerrada durante el sueño, conocido como ‘mouth taping’, ha ganado popularidad en redes sociales”, cuenta Moncada. Según el experto, no existe evidencia científica sólida que respalde su eficacia, y en algunos casos podría ser perjudicial. Para O’Connor, estas pegatinas pueden ser útiles para personas que respiran por la boca sin tener obstrucción nasal, ya que fomentan la respiración nasal.Sin embargo, asegura que no deben usarse si hay dificultad para respirar por la nariz. La Fundación Estadounidense del Sueño advierte que el uso de estas cintas puede provocar dificultad para respirar por la nariz, irritación en los labios, dolor al retirarlas, interrupciones del sueño y ansiedad en quienes se sienten incómodos al tener la boca tapada. Los expertos aconsejan consultar a un profesional de la salud antes de probar este método.Una pelota de tenis en la espaldaUn truco clásico consiste en colocar una pelota de tenis en la espalda para que dormir boca arriba sea incómodo y fomentar así el descanso en posición lateral. “Es eficaz en algunos casos, ya que dormir boca arriba favorece que la lengua y el paladar blando obstruyan la vía aérea”, cuenta O’Connor. Para Egea, este truco ya “ha pasado a la historia”.Explica que muchas personas con apnea del sueño o ronquido postural han utilizado durante años un bolsillo cosido al pijama o camisón donde se colocaba una pelota de tenis. “Hasta que nos dimos cuenta que la gente se dormía encima de la pelota, de una piedra o de lo que sea”, asegura. Precisamente por este motivo, “surgieron los dispositivos posturales”.Dispositivos posturalesCuando uno duerme, realiza entre cuatro o cinco movimientos por hora, según Egea. Varios dispositivos buscan favorecer la posición lateral durante el descanso. Moncada menciona los chalecos posicionales, que tienen cámaras inflables; las almohadas en cuña, que mantienen la cabeza y el torso elevados para reducir los ronquidos al mantener las vías respiratorias abiertas; las alarmas posicionales, que emiten alertas vibratorias cuando la persona se gira boca arriba; y las mochilas de dormir lateral, diseñadas para mantener una posición lateral durante toda la noche. “A estas técnicas también se les conoce como ‘terapia posicional’ y pueden ser efectivas para algunas personas, aunque su eficacia varía”, afirma el experto.Dispositivos bucalesLos dispositivos bucales —férulas de avance mandibular— adelantan la mandíbula para mantener la vía aérea abierta. Así lo explica O´Connor: “Son efectivos en muchos casos, especialmente si el ronquido es causado por una mala posición de la lengua o una apnea del sueño leve o moderada”. Según explica, deben ser prescritos por dentistas expertos en medicina del sueño y adaptados individualmente.Gorreto añade que los dispositivos de avance mandibular están especialmente indicados para personas con dismorfias faciales o para aquellos que no pueden utilizar o no toleran la CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias), un dispositivo para mantener las vías respiratorias abiertas con un flujo de aire constante al dormir.Trucos para el acompañanteEgea define el ronquido como la “enfermedad del oyente”, ya que afecta a quien comparte la habitación. Algunas medidas útiles recomendadas por los expertos consultados para la pareja incluyen el uso de tapones para los oídos, dispositivos de ruido blanco y, en casos extremos, dormir en horarios diferentes o en habitaciones separadas.O’Connor aconseja evitar despertar constantemente a la persona que ronca, ya que esto no soluciona el problema y puede generar tensión. “Estas estrategias pueden mejorar la calidad del descanso, aunque no son soluciones definitivas”, concluye Gorreto.