Durante los primeros años posteriores al Acuerdo de Paz con las Farc, el departamento del Guaviare figuró como uno de los destinos emergentes para el turismo de naturaleza en Colombia. Parajes como el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, los resguardos indígenas y los paisajes selváticos comenzaron a recibir visitantes nacionales y extranjeros, alentados por una creciente percepción de seguridad y la promoción estatal de la región como una zona en transición hacia la paz.Sin embargo, el escenario se transformó a partir del reacomodo de actores armados en el territorio. Con la reaparición de estructuras disidentes de las antiguas Farc y la consolidación de economías ilegales como el narcotráfico y la deforestación, se produjo un aumento sostenido de hechos violentos. En la actualidad, el Guaviare figura nuevamente entre los departamentos con un marcado repunte del deterioro del orden público.“El esfuerzo que se ha hecho tan grande para que un panfleto bote a la basura todos estos años de trabajo”, aseguró al respecto una guía turística de la región.El origenLos dos jefes guerrilleros que hacían parte de las estructuras que comandaba Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, ahora se disputan a sangre y fuego el departamento y tienen en confinamiento a más de 30.000 pobladores a causa de un paro armado.Más 2.500 hombres y mujeres del Ejército estarán desplegados en el Guaviare. Foto:Ejercito NacionalSe trata de Néstor Gregorio Vera Fernández, ‘Iván Mordisco’, y Alexander Díaz Mendoza, ‘Calarcá Córdoba’, quienes, tras traicionar el acuerdo de paz firmado por el Gobierno de Juan Manuel Santos y las extintas Farc, se convirtieron en el terror de varias zonas del país. Alias Calarcá lidera el frente ‘Jorge Suárez Briceño’, que atormenta la zona centro y los Llanos del país (cuyos bastiones están en la región del Magdalena Medio, el departamento del Meta y Caquetá), mientras que ‘Mordisco’ es el máximo cabecilla del autodenominado ‘Estado Mayor Central’ (Emc), que opera en la frontera con Venezuela (Arauca, Casanare y Norte de Santander), en departamentos del suroccidente (Cauca, Nariño y Valle del Cauca), y en los Llanos Orientales y la Amazonia colombiana (Meta, Vichada, Amazonas, Vaupés y Guaviare).Tras la muerte de ‘Gentil Duarte’, como consecuencia de un ataque con explosivos en el estado Zulia, Venezuela, en mayo de 2022, ‘Iván Mordisco’ y ‘Calarcá’ quedaron al frente de esa estructura de las disidencias y hace menos de dos años aparecieron en un acto público en el Yarí, Caquetá, dando la bienvenida a los diálogos de paz con el gobierno de Gustavo Petro.Luego se dividieron y Guaviare quedó con los dos jefes de las disidencias –que empezaron la guerra hace cerca de un año– disputándose las extorsiones a los campesinos, finqueros, ganaderos y comerciantes.Alias Iván Mordisco. Foto:EFELa disputa escaló y en octubre tuvieron los primeros combates en el vecino departamento del Meta, así como en Cauca. Luego, tropas del Ejército realizaron una operación ofensiva, entre noviembre y diciembre, en San José del Guaviare y el municipio de Calamar, que duró unos 20 días y en la cual se afectó a más de 40 integrantes de la estructura de ‘Calarca’: dos murieron, varios fueron capturados, otros se sometieron a la justicia y se rescataron diez menores de edad que provenían del Cauca.Este año siguió la escalada violenta con enfrentamientos entre los dos grupos, que han dejado una veintena de víctimas combatientes, y continuó a comienzos de abril con la desaparición de ocho personas de una comunidad cristiana de la vereda Pueblo Seco, del municipio de Calamar, de quienes aún no se conoce su paradero, pese a que las autoridades han ofrecido hasta cincuenta millones de pesos de recompensa para quien brinde información del lugar donde se encuentran y de los responsables de su desaparición.El 27 de abril, disidentes emboscaron una patrulla del Ejército en la reserva natural de Guanapalo, en la que asesinaron a siete militares y secuestraron a otros cinco, que posteriormente liberaron. ‘Calarcá’ reconoció que fueron sus hombres y dijo que fue por equivocación, pues pensaron que estaban frente a guerrilleros de ‘Iván Mordisco’.Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá. Foto:Archivo particularParalelo a estos enfrentamientos, se han producido graves amenazas a la población. La última fue el paro armado anunciado el pasado domingo a través de un panfleto de la estructura de ‘Mordisco’. El gobernador del Guaviare, Yeison Rojas, aseguró que son más de 30.000 personas las confinadas a raíz de esta restricción impuesta por esa disidencia. “El sector lechero está dejando de recoger cerca de 170.000 litros del alimento al día, lo que representa un golpe durísimo para los pequeños y medianos productores”, dijo. El gobernador lanzó un SOS al Gobierno Nacional ante la crítica situación que vive su región, especialmente en las zonas rurales, a la que se suma la grave emergencia invernal que afecta al Guaviare. “Tenemos más de 10.000 familias afectadas por el desbordamiento de los ríos Guayabero y Guaviare. El agua llegó hasta los techos de las viviendas. Es una situación que no se vivía hace más de 30 años. Estamos enfrentando dos crisis simultáneas: el conflicto armado y la emergencia climática”, aseguró el alcalde de San José del Guaviare, Willy Rodríguez.Según contó el mandatario local, en los últimos meses, especialmente durante el último año, se ha visto un incremento preocupante en la violencia, sobre todo en municipios como San José y Calamar. “Ya se venían generando alertas desde las alcaldías, la Defensoría, la Procuraduría y la Personería por la presencia de grupos armados ilegales. Han ocurrido masacres y enfrentamientos. Por ejemplo, hubo una masacre en el sector de Barranco Colorado, en jurisdicción de San José del Guaviare. A comienzos de este año, los enfrentamientos entre estos grupos dejaron varios subversivos muertos en la zona de Miravalle, en el municipio de Calamar”, precisó.Yeison Rojas, gobernador de Guaviare Foto:Gobernación del Guaviare / Ejército NacionalAdemás, hizo un llamado al Gobierno Nacional para garantizar la paz por medio del diálogo. “Muchas familias ya no tienen abastecimiento, no pueden moverse ni de día ni de noche. Es fundamental que el Gobierno no solo haga presencia militar. Hay que retomar los diálogos con estos grupos, buscar negociaciones reales. La violencia no trae nada bueno. Desde los municipios pedimos que se reactiven las mesas de negociación, que se busque un cese del fuego y acuerdos que realmente nos permitan vivir en paz”, dijo.Las medidasEl Ejército reportó el despliegue de tropas en distintos puntos estratégicos del Guaviare, como respuesta a las recientes amenazas difundidas digitalmente por integrantes de la estructura 44, liderada por alias Yimmy, bajo las órdenes de ‘Iván Mordisco’.El brigadier general Fredy Gómez Gamba, comandante de la Cuarta División del Ejército, señaló que el fenómeno identificado no corresponde a un paro armado, sino a una forma de constreñimiento contra la población civil mediante mensajes enviados por aplicaciones de mensajería.Más 2.500 hombres y mujeres del Ejército estarán desplegados en el Guaviare. Foto:Ejercito NacionalEl general Gómez explicó en diálogo con EL TIEMPO que las intimidaciones buscan restringir la movilidad y el abastecimiento en zonas rurales, con el propósito de obstaculizar el ingreso de víveres y materiales a la región en donde están las disidencias de ‘Calarca’. Indicó que las acciones se concentran sobre corredores claves para actividades de narcotráfico, en un contexto de disputa entre grupos armados ilegales.La intención detrás de este constreñimiento, señaló, es impedir que se interrumpa el flujo de recursos hacia las estructuras criminales asentadas en zonas como la trocha La Ganadera. “Desde el 27 de mayo, cuando apareció la primera amenaza, el Ejército activó un dispositivo que incluye tropas de la Brigada de Selva 22, la Brigada 31 y unidades de la Séptima Brigada. Como refuerzo adicional, se desplegaron hombres de las Fuerzas de Despliegue Rápido (Fudra) 1 y 11”, concluyó el oficial.Justicia y Nación – @JusticiaET – justicia@eltiempo.com

de la esperanza que trajo la paz al retorno de la guerra
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