La última vez que una tripulación exclusivamente femenina viajó al espacio fue en 1963, cuando la astronauta rusa Valentina Tereshkova pilotó el Vostok 6 alrededor de la Tierra como única tripulante de la nave. Han hecho falta 62 años para repetir la hazaña este lunes 14 de abril, pero esta vez han sido seis las mujeres que han compartido la experiencia a bordo del cohete New Shepard, de la empresa espacial Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos ―aunque poco tiene que ver la compleja misión de tres días de la rusa con este nuevo viaje anecdótico de menos de 11 minutos―. La periodista y prometida del magnate, Lauren Sanchez, ha liderado esta misión en la que ha estado acompañada de la estrella del pop Katy Perry, la periodista y presentadora de CBS Gayle King, la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe, la activista Amanda Nguyen y la productora Kerianne Flynn.El lanzamiento ha tenido lugar a las ocho y media de la mañana en Texas (hora local), y ha sido retransmitido en directo por la empresa de transporte aeroespacial desde la media hora previa. Lauren Sanchez ha llegado en un vehículo conducido por el propio Bezos, que ha acompañado al grupo de mujeres prácticamente hasta el momento del despegue y se ha despedido de su prometida con varios besos. “Os quiero a todas”, ha dicho el magnate antes de salir de la nave para dejarles todo el protagonismo a ellas. Kris Jenner y Khloé Kardashian, buenas amigas de Sanchez, han presenciado la cuenta atrás en directo desde Texas. “Estamos muy orgullosas”, han comentado durante la retransmisión, que también se ha llevado a cabo por un equipo de presentadoras y reporteras íntegramente femenino. Entre el público se ha visto a Daisy, la hija de cuatro años de Katy Perry y el actor Orlando Bloom, que ha acudido a ver el gran momento de su madre vestida de astronauta; o a Oprah Winfrey, que ha ido a animar a su amiga Gayle King. “Las envidio porque solo hay una única vez en la que se puede participar en una primera misión exclusivamente femenina”, ha dicho la todopoderosa presentadora, asegurando que le hubiera gustado formar parte de ella.Más informaciónEsta es la undécima misión espacial de Blue Origin, después de que el pasado 25 de febrero se llevara a cabo con éxito la décima, en la que por primera vez viajó un español, el explorador y presentador Jesús Calleja. “Los astronautas del New Shepard ascienden al espacio a más del triple de la velocidad del sonido. Cruzan la línea de Kármán, el límite internacionalmente reconocido del espacio, a 100 kilómetros sobre la Tierra, antes de desabrocharse los cinturones para flotar en ingravidez y contemplar nuestro planeta. La tripulación regresa suavemente con paracaídas”, describe la experiencia Blue Origin. No se han visto imágenes en directo de dentro de la cápsula durante la transmisión, pero sí se han oído los gritos de las tripulantes, que han comenzado el descenso poco después de los cuatro minutos y han llegado a tierra a los diez minutos y medio. Sanchez ha sido la primera en pisar el suelo y Bezos la ha recibido con un fuerte abrazo que luego ha repetido con el resto de tripulantes. “Había un sentimiento de felicidad, camaradería y agradecimiento”, ha dicho Sanchez visiblemente emocionada después de la experiencia. Perry ha salido la segunda, con una margarita en la mano en homenaje al nombre de su hija Daisy, y lo primero que ha hecho ha sido besar el suelo ―un gesto que luego ha repetido King―. “Estoy superconectada al amor”, ha declarado la cantante, que ha cantado What a Wonderful World durante el vuelo.Sanchez y Perry han sido los rostros más visibles de esta aventura y no han parado de compartir contenido relacionado con la misión desde que se confirmó la noticia el pasado febrero. “¿Qué me voy a poner?”, fue la primera pregunta que se hizo la cantante de Roar, según contó a principios de abril en un reportaje de Elle que reunió para su portada a toda la tripulación. “En serio, llevo casi 20 años queriendo ir al espacio”, confesó. La preocupación de la artista por el modelito del despegue la compartía también la prometida de Bezos ―el segundo hombre más rico del mundo―. “Ya sabes, normalmente estos trajes se hacen para un hombre”, criticó Sanchez en una entrevista con The New York Times. Puede parecer una cuestión frívola o un capricho de ricas presumidas, pero lo cierto es que Sanchez tiene algo de razón. En 2019, por ejemplo, se tuvo que cancelar un vuelo tripulado por dos mujeres porque la NASA no disponía de dos trajes espaciales que les encajasen a ambas. Al final enviaron a un hombre y una mujer.Esta vez, las seis mujeres a bordo de New Sephard han vestido trajes hechos específicamente para ellas, adaptados a sus cuerpos e ideados por Fernando García y Laura Kim, cofundadores de la marca Monse ―quienes también son directores creativos de Oscar de la Renta―. Las tripulantes han lucido un traje hecho de neopreno elástico resistente al fuego con pantalones acampanados, en lugar del clásico uniforme de tejido brillante de la compañía, bastante más holgado. “La simplicidad era importante, así como la comodidad y el ajuste. Pero también queríamos algo que fuera un poco arriesgado, como un traje de motocrós. O un traje de esquí. Favorecedor y sexi”, lo definió García en declaraciones al periódico estadounidense.La undécima misión de la nave ‘New Sephard’, la primera con una tripulación íntegramente femenina, durante su vuelo el 14 de abril de 2025.Blue Origin (via REUTERS)Tanto postureo ha hecho aflorar voces que han criticado el mensaje que pueda trasladar este vuelo, presentado como un hito feminista que impulsará la vocación científica en las niñas, pero promocionado a veces como una pasarela pretenciosa. “El espacio finalmente será glamuroso”, dijo Perry en el encuentro con Elle ―después de que la entrevistadora sugiriese que es la primera vez que alguien va al espacio “con el pelo y el maquillaje arreglados”―. “¡Vamos a tener extensiones de pestañas volando en la cápsula!”, bromeó luego Sanchez. La productora Kerianne Flynn aseguró que ya tenía en mente un look: “Salté en paracaídas en Dubái con un peinado similar para asegurarme de que me iría bien, lo probé como ensayo”. Son esta clase de comentarios los que hicieron que, por ejemplo, la actriz Olivia Munn calificase el viaje como ostentoso e innecesario en un clima político y económico como el actual. “Sé que no es lo más interesante decirlo, pero hay tantas otras cosas importantes en el mundo ahora mismo… Si quieres ir al espacio, ¿por qué necesitas contárnoslo? Sube, pásalo bien y baja. Sé que esto probablemente sea molesto, pero es que cuesta muchísimo dinero ir al espacio, ¿sabes? Y hay mucha gente que ni siquiera puede comprar huevos”, criticó en el programa Today with Jenna & Friends.Otros defienden que estas mujeres no pierdan su identidad para viajar al espacio y recuerdan que igual de suntuoso es este vuelo como cualquiera de los 10 anteriores, en los que viajaron el propio Jeff Bezos, el actor de Star Trek William Shatner o el exjugador de fútbol americano Michael Straham. “Este es un grupo de personas que se retan con nuevas oportunidades. Pero eso no significa que no puedan aportar alegría, humor e incluso glamur a la experiencia”, defendió otro colaborador sobre los ataques de Munn.La exmiembro de la NASA y fundadora de la asociación Equity Space Alliance recordó recientemente en una entrevista con Page Six que estas misiones no consisten en “paseos divertidos, sino en tratar de superar los límites, recopilar datos y dar forma al futuro”. Esta misión en concreto, dice, incluye beneficios como la recopilación de datos biomédicos, probar las capacidades de las naves espaciales para futuras investigaciones o el inspirar a las niñas y a las comunidades marginadas a seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).Amanda Nguyen, otra de las tripulantes de la nave, aseguró en Elle que esa es precisamente su principal motivación. “Vuelo para dos personas: una, por supuesto, es mi comunidad, como la primera mujer vietnamita en ir al espacio. La otra, son todas las supervivientes de violencia sexual. La violencia de género es una de las principales razones por las que tantas mujeres en las áreas STEM no continúan con su formación, y yo era una de ellas”, contó la estadounidense de origen vietnamita, que se convirtió en una reconocida activista ―candidata al premio Nobel de la Paz en 2019― tras ser violada mientras cursaba su último semestre en la Universidad de Harvard, donde se formaba como astronauta. Aunque su rostro sea menos visible que el de Katy Perry o Lauren Sanchez también es un ejemplo de que unos mensajes y otros pueden ser compatibles. “Creo que es muy importante que la gente nos vea así. Con esta dicotomía entre ingeniería y ciencia, pero también belleza y moda. Somos multitud. Las mujeres somos multitud. Y yo voy a usar pintalabios”, anticipó Nguyen dos semanas antes del despegue.

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