Los cuestionamientos que hizo el gobierno del presidente Gustavo Petro al informe anual de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), poniendo en tela de juicio las cifras de 253.000 hectáreas de coca sembradas y 2.664 toneladas de cocaína pura de producción potencial, no cambiaron el panorama expuesto por la ONU. Colombia tiene cultivado en coca el área de Bogotá (163.000 ha), Medellín (37.000 ha) y la mayor parte de Cali (56.000 ha) juntas.“(El informe) nos dice que la productividad de la hoja de coca se duplicó en un año, eso es lo que me genera dudas, porque no he observado ningún cultivo en el mundo que lo haga”, dijo Petro la misma semana de la socialización de los principales hallazgos. Reprochó que los números de la ONU botaran a “la caneca de la basura” el trabajo de las autoridades, principalmente en incautación. Una cifra que rompió récords en el último año, con más de 848 toneladas decomisadas y que no es descontada del indicador de productividad.La incomodidad escaló a una solicitud que elevó la Cancillería al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para crear un panel de expertos que revisara la metodología. El trámite terminó postergando la fecha de publicación del informe completo, que se entrega año vencido, y tardó casi ocho meses más.El secretario general de la ONU, António Guterres. Foto:EfeLuego de las aclaraciones hechas a los cálculos estadísticos en los que basan los resultados desde hace más de 20 años, en las que reiteraron que, por ejemplo, producción potencial se refiere a las toneladas probables de clorhidrato por la cantidad de hoja cosechada y la calidad de la mata, la ONU se mantuvo: Colombia no solo es un mar de coca, sino que los narcos se han industrializado potenciando ampliamente la productividad de cada lote.EL TIEMPO conoció las cifras desglosadas en las que se expone que, pese al crecimiento del 10 por ciento de los narcocultivos con respecto al 2022, el rendimiento promedio de hoja de coca fresca y su producción potencial crecieron en 33 y 50 por ciento, respectivamente. En consecuencia, la producción potencial del alcaloide, con 2.664 toneladas, se disparó 53 por ciento. La ONU detalló que a este cálculo llegaron a partir de “un estudio que incluyó encuestas y pruebas de cosecha a una selección estadísticamente representativa de los lotes”.Laboratorio de cocaina Foto:MindefensaLas 2.664 toneladas sería la cantidad de cocaína que se podría obtener si todos los lotes de las 253.000 hectáreas se procesaran, cosa que en algunos casos no ocurre por situaciones de contexto como las dinámicas del mercado ilícito.Pero en la mayoría de los enclaves, la hoja es cosechada y convertida en el polvo que se embala en las panelas blancas que terminan de polizontes en barcos, vuelos y hasta semisumergibles rumbo a Norteamérica y Europa, los principales destinatarios.La ONU ató el crecimiento del 50 por ciento en la productividad a la permanencia de los cultivos en los mismos territorios por más de 10 años –el mismo tiempo que lleva el Estado colombiano sin asperjar con glifosato–, sumado a una “mayor concentración del área con coca y una mejor estabilidad de los lotes”.Cultivos de uso ilícito. Foto:Raúl Arboleda. AFPDe hecho, en 2023, 16 de los 19 departamentos con coca mostraron tendencia creciente en los cultivos. Cauca y Nariño fueron los más afectados y se mantuvieron los 15 enclaves que concentran el 39 por ciento de las matas sembradas en todo el país.Según Simci, estas zonas en Tumaco, Catatumbo y Timba-Jamundí concentraron el 62 por ciento del crecimiento total de los enclaves, pese a que no ampliaron su extensión. Ese porcentaje fue puro aprovechamiento productivo, consecuencia, además, de las matas más fuertes y de modelos agroindustriales a gran escala.“Han logrado incrementar la productividad de los lotes de coca implementando diferentes prácticas agroculturales, algunas de ellas son: uso de cultivares más productivos, zoqueos frecuentes para mantener el cultivo en sus edades más productivas, optimización de la densidad de plantas por hectárea, el uso intensificado de agroquímicos, entre otros”, explicó la UNODC.Cocaína embalada. Foto:Guardia Nacional de MéxicoNarcotráfico y conflictoUno de los capítulos del informe ahondó en la relación –indisoluble– de los narcocultivos y las dinámicas del conflicto. En Cauca, uno de los departamentos más violentos, en el 50 por ciento de los municipios con coca reportaron enfrentamientos entre grupos armados así como en el 55 por ciento de los asesinatos de líderes sociales.La ONU advierte que esta correlación se deriva de una estructura tripartita entre el crimen organizado transnacional, la delincuencia organizada y los grupos armados ilegales, que, presionados por una mayor demanda global de cocaína, ejercen tácticas de control territorial, así como toda una sofisticada logística que incluye los laboratorios, las rutas de tráfico ilegal y los precursores.“Esta presión se extiende más allá del área sembrada con coca y se articula con la logística del tráfico nacional e internacional, consolidando infraestructuras para la producción de cocaína y de los insumos químicos necesarios para su transformación”, expone la ONU.En Cauca, la presencia de cultivos de hoja de coca se relaciona con los grupos ilegales. Foto:Archivo particular.El informe también recoge la pureza del alcaloide incautado que, en el mercado ilícito, jamás alcanza el 100 por ciento. Sin embargo, la que sale de Suramérica, principalmente Colombia, deshonrosamente el país con mayor producción mundial, logra porcentajes muy altos. “En un laboratorio de producción, la pureza puede oscilar entre el 75 y el 90 por ciento, bajar al 70–85 por ciento en puertos o fronteras, y descender a niveles inferiores al 50 por ciento al llegar al consumidor final en el país de destino”, señala la UNODC.Pero en el caso de los cargamentos que salen desde Colombia, Perú y Bolivia, y caen en decomisos de las autoridades, este rango oscila entre el 73,5 y el 94,4 por ciento.Otra de las alertas que tienen que ver con la actual dinámica de la geografía de la coca y la mayor capacidad de procesamiento es el riesgo de daño ambiental relacionado con todas las fases de la cadena: la deforestación para cultivar la mata y la contaminación para procesarla químicamente.Cultivos de hoja de coca. Foto:Getty ImagesLos enclaves suelen ubicarse en áreas aisladas y de difícil acceso, caracterizadas por ser allí mismo donde se transforma la hoja en clorhidrato. “Los grupos organizados fomentan prácticas de deforestación y producción clandestina de sustancias químicas, entre otras actividades necesarias para elaborar grandes cantidades de alcaloide. Esto implica una mayor demanda de agua, tanto para los cultivos como para procesos como la disolución de químicos y el lavado de materiales”, se lee en el informe de Simci.Luego de estar suspendido durante 2023 y 2024, el pasado 26 de febrero la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional abrió oficialmente el proceso de contratación para adquirir “plaguicida químico de uso agrícola con composición garantizada de ingrediente activo: glifosato”.Gobierno se pronunció sobre el glifosato terrestre. Foto:GlifosatoLa aspersión terrestre con glifosatoCon el fantasma de la descertificación encima y las cifras de expansión de cultivos y productividad al alza, el Gobierno retomará el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante Aspersión Terrestre (Pecat). El ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, aclaró que el agente se usará exclusivamente para acelerar los planes de erradicación voluntaria.Sara Quevedo – Justicia – @JusticiaET – sarque@eltiempo.com

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