La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el mundo laboral ha hecho posible que algunas tareas que antes requerían de la intervención humana, ahora se realicen de forma más automática. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la IA afectará a un 40% de los puestos de trabajo en todo el mundo. Reemplazará unos (argumento de los recelosos de esta tecnología), pero complementará o creará otros nuevos. Además, como advierte este mismo organismo internacional, frente a otros procesos de automatización anteriores, la era de la IA viene también a transformar puestos de trabajo de alta preparación o cualificación (high skilled jobs). En las economías avanzadas, hasta 6 de cada 10 empleos estarán condicionados por aquella.Se impone la adaptación constante y la capacidad de reinvención, tanto en los diversos sectores de actividad como en las personas. Y, se ha comprobado, existe cierta desconexión entre el ritmo del mundo y la velocidad a la que aprende el ser humano, uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo para las generaciones venideras.En ese escenario, la compañía ODILO permite a las empresas, gobiernos e instituciones crear sus propios entornos de aprendizaje. Se presenta como un agente de cambio con un propósito claro: democratizar el acceso a la educación de calidad y facilitar el tránsito hacia una cultura de lifelong learning (aprendizaje permanente), en la que las personas puedan aprender a lo largo de toda su vida, con motivación y autonomía.La gente se forma con nuevas plataformas, con referentes que les inspiran, y eso también es formación continuaSarah Harmon, directora general de ODILOEn el ámbito corporativo e institucional, ODILO se ha consolidado como un aliado clave para impulsar una cultura de aprendizaje continuo. Su tecnología permite a cualquier tipo de organización diseñar experiencias educativas 100% personalizadas, alineadas con sus objetivos estratégicos y adaptadas a las necesidades reales de cada equipo. ODILO apuesta por un enfoque que sitúa a la persona en el centro del proceso de aprendizaje: flexible, escalable y adaptado a las habilidades que exige el futuro del trabajo.Formación estratégica para empresas e instituciones ODILO ofrece un entorno único e integrado en el que conviven todos los contenidos y formatos (cursos, vídeos, libros, podcasts, experiencias inmersivas) accesibles desde una misma plataforma intuitiva y fácil de usar. Además de ofrecer acceso a contenidos de terceros de alta calidad, ODILO desarrolla contenidos propios y pone a disposición de las organizaciones herramientas para que puedan crear sus propias experiencias de aprendizaje personalizadas, adaptadas a sus objetivos estratégicos y a las necesidades de sus equipos. Esta combinación convierte a la plataforma en un ecosistema completo y flexible, diseñado para facilitar una formación continua, relevante y alineada con los retos de cada organización. La plataforma facilita la experiencia de usuario, así como una gestión más eficiente de la formación. Gracias a sus capacidades de analítica avanzada, ofrece datos clave sobre qué se aprende, cómo se aprende y con qué nivel de profundidad e implicación, permitiendo a las organizaciones tomar decisiones estratégicas basadas en datos, identificar brechas de conocimiento y diseñar planes de formación con impacto real en la productividad y la innovación.Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la IA afectará a un 40% de los puestos de trabajo en todo el mundo.gorodenkoffAdemás, la plataforma se adapta al ritmo de cada persona y propone recorridos de aprendizaje dinámicos según sus intereses, su perfil profesional o sus objetivos de desarrollo, fomentando así una mayor motivación y engagement. Se debe tomar en cuenta que el engagement de un aprendiz puede ser, incluso, más relevante que la tecnología o el contenido por sí mismos, según asegura Sarah Harmon, directora general de ODILO.En este sentido, la empresa no solo responde a las necesidades actuales de formación. También anticipa el futuro: uno donde aprender sea tan fluido y natural como consumir contenido en plataformas de entretenimiento, pero con impacto real en la empleabilidad, la productividad y la innovación.Aprender como experiencia motivadora “¿A dónde van los learners hoy?”, se pregunta Sarah Harmon. La creación de contenido, según ella, ya no es un territorio exclusivo del mundo editorial o del aula. “La educación no está inmunizada frente a esta revolución: ya no la domina únicamente la figura del profesor, sino que surgen nuevas voces: expertos, divulgadores, comunidades digitales, que están marcando la agenda del aprendizaje. Nuestra tarea como edtech [tecnología educativa] es saber cómo incorporar esas voces y esos contenidos a experiencias formativas de calidad”. En su opinión, la creación de conocimiento se ha democratizado, y no es posible ignorar las conversaciones que ocurren fuera de los entornos tradicionales. “La gente se forma con nuevas plataformas, con referentes que les inspiran, y eso también es formación continua. Desde ODILO lo entendemos como una oportunidad: integrar lo mejor de ese contenido emergente en un ecosistema que garantice estructura, validación y propósito educativo”, apunta.Se trata de fomentar una mentalidad de aprendizaje constante, sin sesgos y sin miedo al cambioSarah Harmon, directora general de ODILOEl verdadero valor del modelo de ODILO va más allá de la tecnología. Su propuesta impulsa un cambio cultural hacia el lifelong learning: aprender será una experiencia motivadora, continua y contextualizada. En un ecosistema en el que las habilidades deben renovarse constantemente, la plataforma no solo facilita la adquisición de nuevos conocimientos. También se crea una cultura organizativa centrada en la curiosidad, la adaptabilidad y el crecimiento. Porque el futuro del trabajo no lo definirán solo los datos o la IA, sino nuestra capacidad de seguir aprendiendo juntos. “Se trata de fomentar una mentalidad de aprendizaje constante, sin sesgos y sin miedo al cambio. La creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de cuestionarlo todo son las nuevas habilidades esenciales”, explica Harmon.Uno de los ejes clave es la redefinición del propósito educativo. “No se trata solo de qué contenido ofrecemos, sino de cómo acompañamos a nuestros usuarios en su camino de aprendizaje. El contenido no es el destino, el objetivo es el camino. La educación debe evolucionar a la velocidad del mercado. Y ODILO está en la mejor posición para ser ese motor de cambio”, concluye Harmon.La nueva estrategia de la compañíaDesde su fundación, ODILO ha creado más de mil ecosistemas de aprendizaje en los cinco continentes y se ha convertido en una de las edtech más reconocidas a nivel mundial. Con la llegada de Sarah Harmon como directora general, el pasado mes de abril, se ha marcado un punto de inflexión importante en la organización. Harmon cuenta con una trayectoria destacada en compañías como Microsoft o LinkedIn, y representa una visión integradora entre tecnología y personas. Tiene la ambición de consolidar ODILO como un actor de cambio para facilitar una mayor velocidad y adaptabilidad de la educación.
A la nueva dirección se suman los nombramientos de Carlos Segovia como director financiero, Mercedes MacPherson como directora de Recursos Humanos, y María Martín como directora jurídica. Con ellos, ODILO refuerza su apuesta por una cultura basada en la agilidad, la corresponsabilidad y la comunicación transparente. “Nuestra cultura se basa en el accountability compartido, en una organización menos jerárquica y más participativa, donde cada persona tenga espacio para crecer y aportar”, concluye Harmon. Para ello, la compañía ha tomado el pulso a su propia cultura interna y se ha comprometido a gestionarla de forma proactiva, adaptándose con agilidad a esta nueva etapa. “Queremos ser una empresa que empodera a sus trabajadores, que apuesta por el talento interno y construya una confianza mutua desde la colaboración y la transparencia”, señalan desde ODILO.

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