Tatuajes en el cuello, aretes en las orejas, gafas oscuras, chaqueta roja y pantalón negro. Así iba vestido Harold Daniel Barragán Ovalle, alias Harol, cuando fue sorprendido por agentes del CTI de la Fiscalía y uniformados de la Policía Nacional en Bogotá tras ser señalado como el séptimo señalado responsable por el magnicidio de Miguel Uribe Turbay.Esta captura se registró tres días después de la decisión de un juez de imponer una sanción de siete años de internamiento en un centro especializado contra el joven de 15 años que apretó el gatillo de la Glock 9 milímetros contra el líder político. La decisión avivó el debate sobre las condenas impuestas -que no superan los ocho años- contra menores de edad.El prontuario de alias Harol, el séptimo capturado en Bogotá por el magnicidio. Foto:Policía.Alias Harol es señalado de estar vinculado al homicidio del senador Uribe Turbay y es el séptimo capturado dentro de la investigación, en la que participan 180 expertos de la institución. Según las autoridades, habría tenido conocimiento desde la planeación hasta la ejecución del atentado, además de haber participado en la coordinación del desplazamiento de alias Gabriela—ya capturada— cuando huía hacia el departamento del Caquetá.EL TIEMPO conoció que, con más de diez años de historial criminal, alias Harol también coordinó el lugar donde se ocultaba alias El Costeño, quien ya había sido detenido en el marco de la misma investigación. Alias Harol, el séptimo capturado por el magnicidio de Miguel Uribe. Foto:Policía.El séptimo capturado, según información de inteligencia, se dedicaba al expendio de estupefacientes en la localidad de Engativá.El detenido es requerido por los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, porte ilegal de armas de fuego y uso de menores en la comisión de delitos. Asimismo, cuenta con antecedentes judiciales por tráfico de estupefacientes y estafa.Alias Harol. Foto:POlicía.El menor de 15 años, autor material del ataque, fue el primer capturado y, según la investigación, fue quien accionó el arma contra el senador el 7 de junio de 2025. Las autoridades determinaron que recibió instrucciones directas de otros miembros de la estructura y que participó con conocimiento de la operación. . El segundo fue Carlos Eduardo Mora González, alias el Veneco señalado de conducir el vehículo que trasladó el arma utilizada por el menor. Según la Fiscalía, también realizó reconocimientos previos del lugar del ataque. Se entregó de manera voluntaria tras las primeras capturas, pero enfrenta cargos por homicidio agravado y concierto para delinquir.Después las autoridades detuvieron a Katerine Andrea Martínez Martínez, alias Gabriela o ‘Andrea’. Fue detenida en Florencia, Caquetá, mientras intentaba huir con dinero en efectivo y varios celulares. De acuerdo con la investigación, alias Gabriela fue quien entregó el arma al menor sicario y habría servido como “pantalla” para encubrir los movimientos del grupo. Las autoridades la consideran una pieza clave en la logística del atentado.Nueva captura por el homicidio de Miguel Uribe Turbay Foto:Fiscalía General de la NaciónEl cuarto capturado fue William Fernando González Cruz, alias El Hermano. Su rol, según la Fiscalía, fue coordinar la huida de los implicados tras el ataque. Recogió a alias Gabriela y a otros participantes, asegurando que salieran rápidamente de la zona. Fue capturado en Engativá y cuenta con antecedentes por hurto y porte ilegal de armas.Luego cayó Elder José Arteaga Hernández, alias ‘El Costeño’ o ‘Chipi’. Considerado el hombre de la logística de la operación, habría actuado como enlace entre los autores materiales y los posibles autores intelectuales. Según la Policía, alias El Costeño organizó el transporte, la entrega de armas y la distribución de funciones. Fue capturado en un operativo en Engativá.Enseguida, Cristian Camilo González Ardila se entregó voluntariamente a la justicia y está señalado de facilitar la fuga del menor tras el atentado. La Fiscalía sostiene que González tenía conocimiento previo de la planeación y colaboró con la red criminal en tareas de ocultamiento.Juan Diego TorresDielas@eltiempo.com